domingo, 16 de diciembre de 2018

16/12/2018



¿Recordás la sensación 
de cuando, al dormir, 
tenés el sueño más hermoso
y el final es interrumpido
por el pitido molesto 
de la alarma?

¿Y de cómo, 
aún pasando sobre la obligación
de levantarte intentás dormir de nuevo
y volver adonde lo dejaste
pero es inútil?

Eso describe bien
estos días lentos y grises
en que algo en mí
aún trata de aferrarse
a alguna efímera señal
de que fue realmente cierto.

Que no fue un sueño
el arco de tus ojitos negros
o la pulsera que un día te hice
no se desvaneció y realmente salió de estos dedos
o vos, diciéndome que te gustaban
el como mis ojos correspondían a los tuyos
cada vez que reíamos.

Quisiera saber donde buscar
esa respuesta que termine de despertarme 
y decirme de una vez por todas
si todo fue en mi mente
y realmente soy el ser invisible
que alguna vez, 
sin que vos lo supieras o quisieras, 
fue parte de tu día a día
entre cubículos
detrás de los ventanales
con el sol poniente a lo lejos
o entre los rostros del tráfico lejano.

Quisiera saber
-y vaya que le he preguntado
al sol, la luna y las estrellas que nos cubren a los dos-
¿De que magia estás hecha
para que te siga soñando?
No se si tendré respuesta
y quizás nunca llegués a leer esto
y aunque no haga ninguna diferencia
te lo digo:

no te soñé mientras dormía
sino cuando muy despierto
te miraba cruzar esa puerta
y escuchaba tu "buenos días"
y pensaba en lo benditamente afortunado
que sería su un día llegara a ser
merecedor de poder sujetarte de la mano
y abrazarte
saberte viva, libre y plena
y que vos quisieras compartirlo conmigo.

te soñé despierto, muy despierto

y aún lo hago.



domingo, 21 de octubre de 2018

21/10/2018

Moviste los cimientos

De los muros que construi

Pretendiendo proyectar dureza

Cuando, realmente, solo ocultan

Un corazón ansioso por querer

En miradas que lo dicen todo

Atardeceres de la mano

Madrugadas de sueños.


Y no se como llegaste

Pero moviste todo

Solo con sonreirme

¡Y es que tus ojitos 

Se achinan tan hermosamente

Cuando lo haces!

Como invitandome a que preste atención

A la curva de tus labios

A los reflejos en tus lentes

A lo vivo que debe sentirse

El poder jugar con tus manos.


Pero ya sos un imposible

Y de mi corazón ya volarás

Aún sin nunca -realmente- 

Haberte posado.

Después de todo,

¿Como podria ser merecedor de tus besos?

¿O de tu abrazo?


Vuela ya

Que el sol se pone

Y las estrellas me esperan

Para buscarte ahi, donde quizás

Y solo quizás

Sea distinta mi suerte.

viernes, 5 de octubre de 2018

Un besito para vos, hija mía.



A Edwin Carcache.

Un besito para vos, hija mía
por ese momento en que vi
tu ojitos redondos por primera vez
y con tu manito rodeaste mi dedo
con el que tanto soñaba señalarte el futuro
ese en el que nada es imposible
y al que solo nuestro corazón sabe como llevarnos.

Un besito para vos, hija mía
por tu sonrisa que me recuerda a la libertad
con que sueño para vos
y que he visto reflejada en tantos rostros
en mares de banderas azules y blancas
cual extensión del cielo mismo.

Un besito para vos, hija mía
que salga de estas frias y sucias paredes
en el que injustamente quieren recluirme
y llegue a tu frente preciosa
junto con mi voz que te canta
esa misma canción que te gusta escuchar
una y otra vez
hasta que finalmente te dormís.

Un besito para vos, hija mía
y espero que perdonés -y entendás-
el por qué tu papá no está con vos ahorita
pero no podría decirte que te amo
sin luchar por el futuro que quiero para vos
desde que supe que existirías.

Un besito, mi niña
y que te lo lleve el viento
que te lo lleve las paredes 
con mi nombre escrito 
que te llegue en el abrazo
de esta patria inmesa
hasta que pueda rodearte 
de nuevo en mis brazos.

Un besito, hija mía.
Porque no será mucho el tiempo
en que a nuestros brazos
les duelan esta ausencia.
Un besito.







viernes, 21 de septiembre de 2018

21 de Septiembre

¿Recuerdan la última vez que dijeron "te amo", a como debe ser, desde el fondo del alma?


¿Y la última vez que quisieron decirlo pero se lo guardaron y quedó esa pesadez en el pecho? 


¿Y la última vez que se los dijeron y hasta cerraron los ojos de lo real que se sentía?


¿Y el pensar si alguna vez lo dirán de nuevo?  Que si realmente significará algo para quien escuche.


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No es solo el ver al lado de la cama y no encontrar con quien arrullarme en su pecho y dormirme ahi.


Es que, saldrá el sol y no vendrá en el transcurso de la mañana.


Ni de la tarde.


En vano será que a ratos me asome por la ventana o crea haber escuchado el timbre.


No vendrá.


Y así los días seguirán repitiéndose. 


Uno a la vez.


Un dolor a la vez.


Un vacío a la vez.


Y nada.


La vista nublada, encontrando conforte en la lluvia que emana de mis ojos.


Sin vos.


Sin nadie.


martes, 28 de agosto de 2018

28 de Agosto.

He llegado a aceptar que nunca seré, para alguien, ese amor como al que le he escrito tanto. 

¿Quien se atreveria a emocionarse por las llamadas pequeñeces de la vida?

¿Quien realmente buscaria mi rostro, nada extraordinario, entre quienes esperan un bus o hace cola en los bancos?

¿A quien le importaría una mierda el tiempo, con tal de memorizar uno a uno mis dedos con sus manos, para luego dibujarlos en el aire al estar ausentes?

¿En quien realmente podria despertar la emoción de un dia a dia?  ¿O el anhelar cantar una canción?


Y, ante todas estas dudas, mejor le canto al aire. Total, con el tengo la certeza que no tendré respuesta. Y me ahorro decepciones. Y no será mayor el dolor que ya implica el sentirme vivo.

jueves, 5 de julio de 2018

5/Julio/2018



Todo lo que siempre quise decirte
ahora explota por la yema de mis dedos 
hacia el papel: 
rios de lágrimas convertidas en letras 
que nunca quisiste conocer 
y yo fui muy cobarde para igual decirtelas. 

¿A que fin llegara la tormenta 
que abruma mi mente 
cuando afuera expreso el más sepulcral silencio? 

¿Que diferencia harian una sonrisa 
o un susurro que parten insignificantes en el viento? 

¿Cuando dejaré realmente de buscarte
o esperar el dia en que toqués el timbre de la puerta?

¿Cuantas más veces dibujarán mis labios
a los tuyos
en cada suspiro entrecortado por el mismo llanto?

¿En que paz puedo refugiarme, 
si las balas son el nuevo trino de las aves 
y vos no sos más que la ilusión de algo imposible?

¿Cómo vuelvo a ser yo y no las simples ruinas que dejaste?

jueves, 7 de junio de 2018

Junio



Cuanto quisiera verte ahorita
y saber lo que se siente tu presencia
poder cruzarme con tu mirada
ver cuando te despertás de una siesta
y me des un beso sin decir nada
ni pedir nada
y verte
con tu mirada perdida
-o quizás no tanto-
sin que sepás lo que en mi despertás.

Quiero saber que se siente
el vos a mi lado
y el yo cuando este con vos
tu respirar pausado en mi pecho
y trazar el cielo siguiendo tus lunares.

¡Y es que ya quiero 
que me detengás el tiempo
en cada una de esas pausas 
-inesperadas al caminar-
para besarte
y que no exista ruido
que pueda callar un susurro
proveniente de tus labios!

Porque, ante la casi certeza de tenerte,
me golpea aún más tu ausencia
o, mejor dicho, la mía
y en mi subconsciente 
ya te busco
asi sea en mis sueños
tu mano al caminar
tus labios en el viento
y a vos entera junto a mi
al despertar
en el medio de la noche
o de la vida misma.

¿Quien sos? ¿Que sos?
¿Quien sos que me tenés volando?
¿Sos acaso la respuesta que me da la vida
a tantos sueños soltados al viento?

¿Quien sos que quiero quererte tanto?

domingo, 27 de mayo de 2018

Dos despedidas.


Buchanan St Bus Station, Glasgow.


Glasgow.

Faltando dos días para tomar el bus
¿Te acordás que fuimos a ver
Desayuno en Tiffany's bajo las estrellas?
Y caminamos de vuelta a tu casa
en una de esas muchas pequeñas aventuras
comprando las ofertas de última hora
así estuviésemos congelandonos del frío
llegamos, rempapados,
y me viste a los ojos
de la misma forma de aquella vez
en el aeropuerto de Managua
pero no dijiste nada
y dormimos.


Amanece
despierto y vos ya te habías ido a trabajar
dejo la cama, hago café 
y te leo
"no puedo creer que te vayas"
me dijiste, así de claro
toda la mañana me llenaste
de mensajes de desesperación
que no podías creerlo
que no podías creerlo
y te fuiste temprano del trabajo
corriste a tomar la misma línea de tren
esa que va a Milngavie
-la misma que me explicaste mil veces
que no se pronuncia a como se escribe-
pero esta vez era distinta
porque si notaste los cardos a orillas del camino
los mismos que había cortado para vos
cuando recién había llegado.

Llegaste antes de lo que esperaba
y tocaste el timbre cuatro veces
-no se si por el frio o por la prisa-
te dejé entreabierta la puerta
en el tercer piso
del 492 de St Vincent Street
-como cada vez que llegabas-
y entraste con tu pisada fuerte de siempre
no colgaste tu chaqueta
y solo vi volar tu bolso
antes de sentir que me rodeaban tus brazos
y sentir el frio de la lluvia que te bañó de camino a casa
en mi pecho
y lo mojado de tu cara 
-nunca supe que era lluvia y que eran lágrimas-
al rozar la mía mientras me besabas
como la primera vez que te vi partir
e igual que aquella
solo te detenías para decirme que me amabas.
¡Cuanto esperé escuchar esas tres palabras
que creí que habías olvidado desde aquel Enero!
Y llovía en la calle
y llovía en tu rostro.

Amaneció.
Cogí mi mochila y salimos hacia Buchanan St.
-total, te quedaba camino a tu trabajo-
en el camino tu mano buscaba la mía
y viceversa
para encontrarse por escasos segundos
antes que algun cruce interrumpia
llegamos.
Nunca había notado esa estatua
convenientemente, frente a donde se estacionaria mi bus
no hablabas nada
pero tus ojos decían todo.

Llegó el turno para subir
y antes de irme, me jalaste
"Te amo"
Esta vez no fue en inglés
y en lo profundo de tus ojos azules
ese simple frase me supo
a aquel reflejo del cielo en el salar de Uyuni
o en la cabaña que compartimos en Little Corn Island
y lo fue todo
y la lluvia no era más que la extensión 
de lo que brotaba de mis ojos.

"Yo también te amo, 
pero tranquila:
todo estará bien
y estaremos cerca"

Recuerdo que te dije,
con voz entrecortada.

Y me fui.

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Casa de Campo, Madrid


Madrid

¡Que duro fue escucharte anoche!
Saber que estabas en esa situación
tan incómoda
sola
vulnerable
y la impotencia de no hacer más 
que reconfortarte por teléfono.
Pero ya hoy estás bien
y es otro día más para mí.

¿Que rápido se fue este mes
desde que me fuí, no?
Increible como ha pasado
y, aunque molesto,
sabes lo difícil que ha sido para mi
el encontrar donde quedarme en esta ciudad
pero esperanzas nunca me han faltado
ni las ganas de luchar por estas.

Y es jodido, te digo,
el no querer molestarte
con la frustración del día a día
el haberme ido de Sevilla
por el maldito entorno de violencia en que estaba
del que nunca te dije nada para no preocuparte
pero que dia a día me carcomía
al menos en Madrid, me dije, 
tendré un respiro.

Hoy fue otro de esos dias
en que sentís que vivis algo 
que te pasó en otra vida
y estas condenado a repetirlo
como un ciclo de dolor eterno
al que no podés escapar
porque ya es parte de vos
-ojo que no es reclamo a vos, sino a mi mismo-

¿Que cosas, no?
Recuerdo el momento exacto
Teleférico
Casa de Campo.
4pm.
Te debo los minutos exactos.
Me escribiste, solo para decirme eso: 
mejor vete.
Y sin ningún preámbulo.
Nada quedaba de la estación de bus un mes atrás
ni la semana anterior tranquilizandote
casi que jurándote que me quedaría.
Pero hoy fue distinto.
El sol se puso lentamente
y terminaste de decirme adiós
ese mismo que iniciaste un Enero
hoy, Septiembre del 2016, finalmente
lo cerraste.

Intentaste llamarme
no te contesté
porque anoche 
me dijiste que me amabas
y si un último recuerdo tendría de tu voz
sería ese.

Y así terminaste de irte
y así sigo intentando
decirte adiós
porque nunca supe bien como
y ya no tengo nada que me recuerde a tu voz
ni tu letra
ni al ondear de tu pelo
ni a como te ponías roja cuando te abrazaba
el sol de Managua
y yo ya no tengo nada
porque por darlo todo
perdí todo.

Recuerdo, antes de ese Enero,
que muchas veces hablamos
de que el próximo boleto
sería de una sola vía
y, de cierta forma, así fue
porque llegué a vos
y nunca realmente volví.

Y me sigo buscando
y ya dejé de esperarte.










viernes, 27 de abril de 2018

Abril 2018


No hubo silencio
que acompañara 
sus últimos suspiros
solo el calor
del infierno de gases
y morteros.

No supimos sus nombres
-a pesar de cruzarnos en miradas
de dolor 
de aliento
entre rejas
o detrás de las barricadas-
hasta que los escuchamos
en el grito de sus madres.

Y así se fueron
nos los arrebataron
y aún sin saber nada de ellos
-y ellas-
si supimos que no hubo miedo
que se interpusiera
a su sueño de libertad.



jueves, 15 de febrero de 2018

Lluvia 15/2


Cierro los ojos
y siento tu respiración
agitada, nerviosa
traida por el viento
mientras imagino que las gotas que caen
son como tus dedos
recorriendo mi ser
y me pierdo.

Siento tu cuerpo sobre el mio
entrecruzados
sin nada que interrumpa
el fluir de tu piel contra la mia
y más respiración nerviosa
y dedos que se entrecruzan
mientras los labios arden
bajo el mismo fuego
que derrumbó Troya.

Y la lluvia arrecia
y recorren mis manos tu espalda
abriendose para acercarte más
y siento adentro de tu ser
el mismo calor que hizo nacer al universo
y me pierdo
y te perdés.

Y ya no se donde termino yo
o donde comenzás vos
y mi piel se siente como la tuya
y el aire
los labios,
todo me sabe a vos
todo me grita tu nombre
cada sonido que emana de tu boca
anida inevitablemente en mi oido
y todo es luz
estruendos
mientras tu cuerpo arquea
contra el mio
mismos estruendos que trae la lluvia
y me despiertan
volviendo a la realidad
de que vos no estás.






viernes, 9 de febrero de 2018

Pequeña invocación a tus sueños.


Que la paz
arrulle tus sueños
y llegue el día
en que comprendás  
el valor de la sonrisa
que dejás en quienes te quieren.

Que la paz te alcance,
mujer del viento,
y volés con tus alas
-una vez rotas-
hacia el horizonte
que siempre te ha pertenecido.

Que la paz sea una con vos
y que sintás
llorés 
rias
vivás
siendo una con el mundo.


miércoles, 7 de febrero de 2018

Cortos 31/1/2018


Puntos que señalan
todas las direcciones
que quiero recorrer con vos
y en vos
hasta que nos absorban las constelaciones
de las que venimos
y a las que volveremos
inevitablemente
siendo uno
o varios
o como seres infinitos
que soñaron ser todo
o, al menos, yo lo soñé.

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Tres puntos
marcan las flechas
en que, estando despierto,
sueño seguir con mis dedos
el día de nuestro encuentro.

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¿Golpe de suerte?
¿Acaso, al fin, la vida decide
sonreirme a través de vos?
No lo se
pero el frio me cobija
y vos  no estás.





El día que acepté tu partida.



¡Ya era hora!
Gritó todo mi ser
y, en ese instante,
el pusilánime intento de hombre
asomó por la ventana
y perdió su mirada en el horizonte.

Sin retorno.