Desperté
pensando
en esa esquina de tu labios
rozándome
electrizantes
robándome el sueño.
¡Oh dulce aguijón
que me has descargado
todo tu dulce veneno!
Veneno cargado de deseo
ardiente
vivo
pero inútil
¿Por qué te has ido
sin percatarme?
Me dejaste el instante vivo
en ese cruce de miradas
y lo fue todo
en mi mente
hasta que abrí los ojos
de mi sueño
de tu sueño
de lo que fue
o no podrá ser
de lo que me has robado
en ese roce
sin percatarme.
León, Julio 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario