Los dias iniciaban
Con todo el sueño del mundo a mis espaldas
Managua.
Calor, no importa la hora.
Cruzarla era eterno, a veces no tanto
Porque se me daba por soñar
Despierto o aún casi dormido
No habia mucha diferencia.
Del viejo Quetzal caminaba
Pensando, quizás, te vería en medio del tráfico
Pero igual, no importaba tanto
Como importaba que estuvieta libre
Esa misma silla
O, al menos, una de ese lado
Casi frente a la puerta
Donde cada mañana
esperaba que entraras
Siempre con una ligera prisa
No viendome, ni yo a vos
Pero sabias que te esperaba
Hasta que te sentabas a mi lado
Y, con media sonrisa, te saludaba
Y tus ojitos se achinaban
Y era sonrisa completa
Talvez no afuera
Pero si adentro
Adonde vos llegaste
Y de donde no se
como hacer que te vayas
Porque ya son solo memorias
esas mañanas esperandote
O esperandonos
Porque ya solo quedó
Mi andar entre el tráfico al sol poniente
Deseando saber un por qué
¿Cómo hacer que arranque, de nuevo,
el motor de un mundo que se detuvo
Cuando me mirabas y reias?
¿Cuando llegará el dia en que deje de buscarte bajo la luz de la Luna?
¿Cuando dejaré de escribirte, sabiendo que nunca me leerás?