He llegado a aceptar que nunca seré, para alguien, ese amor como al que le he escrito tanto.
¿Quien se atreveria a emocionarse por las llamadas pequeñeces de la vida?
¿Quien realmente buscaria mi rostro, nada extraordinario, entre quienes esperan un bus o hace cola en los bancos?
¿A quien le importaría una mierda el tiempo, con tal de memorizar uno a uno mis dedos con sus manos, para luego dibujarlos en el aire al estar ausentes?
¿En quien realmente podria despertar la emoción de un dia a dia? ¿O el anhelar cantar una canción?
Y, ante todas estas dudas, mejor le canto al aire. Total, con el tengo la certeza que no tendré respuesta. Y me ahorro decepciones. Y no será mayor el dolor que ya implica el sentirme vivo.