viernes, 27 de abril de 2018

Abril 2018


No hubo silencio
que acompañara 
sus últimos suspiros
solo el calor
del infierno de gases
y morteros.

No supimos sus nombres
-a pesar de cruzarnos en miradas
de dolor 
de aliento
entre rejas
o detrás de las barricadas-
hasta que los escuchamos
en el grito de sus madres.

Y así se fueron
nos los arrebataron
y aún sin saber nada de ellos
-y ellas-
si supimos que no hubo miedo
que se interpusiera
a su sueño de libertad.